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Con una bienvenida muy amena se recibió a los peregrinos que poco a poco iban llegando al Santuario desde las 07:30 horas, nombrando a cada parroquia y comunidad que se hacía notar con su pancarta, para luego celebrar la misa de envío, la que estuvo presidida por el obispo de la diócesis, el padre Galo Fernández.

En su homilía, nuestro pastor diocesano expresó la admiración por todos los jóvenes presentes, que siguieron el llamado de su corazón para recorrer este camino de la fe.

“Salen tantos argumentos a veces para impedir que sigamos la ruta del Señor, que bueno que aceptaron la invitación por algunos, y vienen con ansia y deseo de alimentar en el camino, el vigor de la fe (…) Hemos tenido unas pocas gotitas, espero que no sean muchas, pero no vamos a arrugar porque el camino de la fe es un camino que tiene dificultades, que tiene desafíos, pero que nos llama a la perseverancia”.

Así mismo, aseveró que hay que llevar la fe a esos rincones en donde sabemos que existen dolores, injusticias y vacíos.

“La fe nos regala algo que el mundo necesita, porque es la respuesta a las grandes preguntas que le dan sentido a la vida y cuando no tenemos esa respuesta, andamos ansiosos buscando las cosas en las experiencias (…) Que este caminar sea expresión de que cada uno tiene que responder a la llamada de Dios, que este caminar sea expresión de que queremos escuchar lo que Dios nos propone porque hay un proyecto de Dios para cada uno, no fuimos hechos al lote como un número para agregar a una multitud, fuimos hecho con delicadeza, con particularidad, con un propósito”.

Por último, monseñor Fernández hizo una invitación a que “caminemos juntos para agitar el corazón en el deseo de responder el llamado del Señor, para que surjan en medio de nosotros, de cada uno, multitud de vocaciones distintas para amar y servir, multitud de vocaciones para desplegar en el mundo de hoy el amor que viene de Dios, caminemos juntos y que el alimento que recibimos en este altar sea el encuentro con Cristo”.

Caminar, orar y cantar
Culminada la celebración Eucarística, se organizaron los peregrinos para iniciar este recorrido de más de 12 kilómetros hasta el Santuario de Santa Teresita de Los Andes en Paula, más o menos a las 09:30 horas. Antes de partir, se invitó a los jóvenes a escribir en un papel que se les entregó más temprano, la intención por la cual ofrecían esta caminata. Debían guardar ese papel, hasta el final del recorrido.

Así se dio inicio a esta hermosa actividad, que en el camino une más a los jóvenes, y donde aprovechan de cantar, orar, bailar, y darse ánimo durante los primeros kilómetros.

Para el primer signo durante la camina, se invitó a los jóvenes a escanear un código QR, el cual los llevaba a la plataforma de Menti, y allí debía contestar a la pregunta: ¿Cuál es nuestra verdadera vocación?, y así reflexionar sobre el sentido de la verdadera vocación de acuerdo al designio de Dios.

Paso a paso se continuó el recorrido, donde adultos también se sumaron, no solo a caminar, sino a apoyar a los jóvenes con frutas, helados, y agua, muy necesarios para dar ánimo y fortaleza.

Para el segundo signo de la peregrinación, se dispuso una pancarta con diferentes realidades del mundo y de nuestro país, como el medio ambiente, los migrantes, no más violencia y la atención a los marginados, y se invitó a los jóvenes a estampar su firma con pintura, a modo de compromiso de poner a su disposición los dones y talentos, y con ellos generar un cambio positivo.

Una vez que se llegó al Santuario en Paula, tras un hermoso peregrinar, los jóvenes entregaron la intención que escribieron al inicio del día, en una barca que se dispuso dentro del santuario, donde además también pudieron orar y dar gracias por este día.

Ni el clima, ni el cansancio evitó que los peregrinos pudieran además disfrutar de la Fiesta Juvenil, mientras comían y recargaban energías. La animación de esta parte final de la actividad estuvo a cargo de la banda My-Sion.

Fuente: Comunicaciones Talca